Lunes es lunes en cualquier lugar. Fue muy dificil levantarme y, por primera vez me acuerdo en mi vida, estoy sin sueño por la noche y con mucho sueño por la mañana. Asi mismo, fuímos a la clase y aprovechamos mucho como siempre.
Por la tarde hubo el taller literario acerca de Violeta Parra y Pablo Neruda. Supimos cosas acerca de la vida de los dos artistas (los dos son de la misma ciudad, Parral) y de sus creaciones. Oímos una canción de Violeta Parra hecha para agradecer la vida y todo lo que ella trae.
Después nos quedamos sabiendo de la vida de Neruda, de sus tres casas, sus tres mujeres, su trabajo diplomático y de su muerte por tristeza, dias después del golpe militar que mató a Salvador Allende.
En el final del taller leímos una Oda al Tomate hecha por Neruda. Importa decir que él ganó el Nobel de Literatura por hacer odas a las cosas ordinarias.
Salimos del taller con la mision de construir una oda a algo ordinario. Por supesto, deberia ser en español.
Por la noche fuí con mi amiga canadiense, Jennifer, a una clase de salsa muy cerca de nuestra casa chilena. Me puse muy contenta por saber que tan cerca tenia un lugar para bailar aqui en Santiago.Mi marida fue caminar sola.
Llegué a casa como todas las veces que llegué después de bailar mucho: con el alma lavada.
Por la tarde hubo el taller literario acerca de Violeta Parra y Pablo Neruda. Supimos cosas acerca de la vida de los dos artistas (los dos son de la misma ciudad, Parral) y de sus creaciones. Oímos una canción de Violeta Parra hecha para agradecer la vida y todo lo que ella trae.
Después nos quedamos sabiendo de la vida de Neruda, de sus tres casas, sus tres mujeres, su trabajo diplomático y de su muerte por tristeza, dias después del golpe militar que mató a Salvador Allende.
En el final del taller leímos una Oda al Tomate hecha por Neruda. Importa decir que él ganó el Nobel de Literatura por hacer odas a las cosas ordinarias.
Salimos del taller con la mision de construir una oda a algo ordinario. Por supesto, deberia ser en español.
Por la noche fuí con mi amiga canadiense, Jennifer, a una clase de salsa muy cerca de nuestra casa chilena. Me puse muy contenta por saber que tan cerca tenia un lugar para bailar aqui en Santiago.Mi marida fue caminar sola.
Llegué a casa como todas las veces que llegué después de bailar mucho: con el alma lavada.
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